En este artículo del jueves 18 de Junio de 1981 publicado también en la sección NACIONAL se hace referencia al aceite de colza como tal, y el titular lo dice todo: "Hay aceite de colza desnaturalizado en la mezcla a granel que origina la neumonía". Se trata de un articulo a tres columnas de caracter informativo con dos imágenes que acompañan al texto. La primera de Antonio Borregón, director del Centro Nacional de Alimentación y Nutrición, instalado en la localidad madrileña de Majadahonda. A su derecha se observa "un momento" del proceso científico de análisis de productos tóxicos.
En el artículo se asegura que la causa del brote epidémico de neumonía atípica es la mezcla de aceite de colza desnaturalizado (aceite usado para el mantenimiento de equipos industriales) con otros aceites comestibles. De nuevo se vuelve a dar una cifra de hospitalizados que se ha vuelto a reducir, 2586 en toda España y la de tres fallecidos que tampoco parecen que esta vez preocupen a nadie, siendo mencionados como una cifra mas. Esto deja claro la postura del diario de intentar no crear alarma social en cuanto a la epidemia se refiere. A lo largo del artículo se explica la investigación llevada a cabo por el Centro Nacional de Alimentación y Nutrición de Majadahonda que en base al análisis realizado con el tóxico denominado como azobenceno, se tiene la "casi certeza" de que todos los toxicos hallados provienen del aceite de colza desnaturalizado, mezclado con aceites comestibles.
A continuación, y con lo que suponemos que es un mecanismo para tranquilizar a la población, se realiza una descripción sobre la planta de colza y sus respectivos usos, asegurando que según la información obtenida por el propio diario el aceite de colza natural es de uso alimentario. Sin embargo, añaden, este mismo aceite desnaturalizado con un producto denominado anilina, de carácter toxico para el hombre, se destina principalmente a uso industrial. Además, se comenta que este tipo de aceite en concreto proviene de una leguminosa cultivada en los países noreuropeos y en Canadá y para su importación es precisa la correspondiente licencia, lo que nos hace cuestionarnos el control de seguridad por parte de la Dirección General de Aduanas.
En el ladillo correspondiente titulado "Preguntas sin contestar" hace referencia al silencio por parte de las autoridades sanitarias a las preguntas realizadas por el propio diario, tales como si la enfermedad es curable, si el tratamiento es efectivo o si es cierto que los Estados Unidos rechazaron una partida de este aceite por su alto contenido en toxicidad. También se abre la polémica de cómo en febrero de 1970 se autorizó importar este tipo de aceite para paliar las exigencias estatales del sector, y como el Ministerio de Agricultura en un primer momento, autorizó la importación de 15.000 toneladas, cuyas primeras 8.160 fueron comercializadas, por Koipe, SA., creando mas sospechas si cabe sobre el origen de este aceite.
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